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Este profesor universitario nos presenta el resultado de su tesis doctoral en filología hispánica sobre el pensador francés recientemente fallecido y sobre el que ya había publicado algunos artículos en revistas especializadas. La compleja trayectoria intelectual de Ricoeur encuentra mucho sentido para entender las implicaciones filosóficas de las ciencias del lenguaje y de la semiótica en particular.

Para ello el autor sintetiza en este trabajo el contenido de las principales obras de Ricoeur tratando de buscar el hilo conductor para comprender y concretar el legado de sus reflexiones sobre el lenguaje. En pocas páginas y de una manera concisa se nos explica cómo la rápida evolución del pensamiento intelectual durante el siglo XX y su capacidad para asimilar las distintas posturas filosóficas le llevan a «dejar de lado el existencialismo y el idealismo husserliano para abrazar la simbología primero, y, posteriormente la hermenéutica, como métodos más satisfactorios por los que comprender al hombre».

El estudio, con abundantes notas de referencia, se basa fundamentalmente en tres de las grandes obras de Ricoeur, Finitude et culpabilité (1960) La métaphore vive (1975) y Temps et Récit (1986), pero sin dejar de lado otros artículos y obras necesarios para alcanzar y contextuali zar el contenido que en ellas se explicita. Incluye una detallada bibliografía con las obras de Paul Ricoeur, una bibliografía general y otra específica sobre el autor estudiado.

El resultado es un acertado acercamiento al pensamiento del filósofo francés desde sus orígenes existencialistas y fenomenológicos hasta la hermenéutica filosófica y literaria, pasando por la simbología, el estudio del mito y los mundos de ficción. Sin dejar de ser un libro de filosofía, supone un marco necesario para acercarnos a la poética y a la retórica, al significado de la metáfora, al problema del tiempo en la narración o a la implicación del lector en la obra literaria. La evolución escalonada y cronológica de su pensamiento nos conduce a la hermenéutica para interpretar los textos, no tanto para encontrar un sentido inerme allí contenido, sino más bien para «desplegar la posibilidad de ser, puesto que me comprendo siendo, estando; y esta posibilidad se presenta por la lectura de la obra y la entrada en la intriga». Con esta síntesis del profesor Vela entendemos mejor que desde el principio Paul Ricoeur busca en el análisis del texto una forma de «comprenderse mejor aquí y ahora».