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Marco Santagata es un prestigioso profesor de literatura italiana y experto dantesco. En el 2012 escribió Dante, il romanzo della sua vita, que ha sido traducido por Giovanna Gabriele, y publicado en Cátedra en 2018.

Sospecho que el subtítulo, que se ha mantenido en la edición española, Dante, la novela de su vida, responde a criterios promocionales. Se debe de haber querido situar el volumen bajo la sombra propicia y comercial de la novelística. Aunque también se puede haber querido evitar el más exacto de Vida de Dante porque ya lo había ocupado Giovanni Boccaccio desde el siglo XIV.

Dante: la novela de su vida. (Ed. Cátedra), Madrid 2018, 528 págs.
Dante, la novela de su vida. (Ed. Cátedra), Madrid 2018, 528 págs.

En cualquier caso, es una biografía que sigue muy estrictamente las reglas del género. Mucho más aséptica y científica, por tanto, que el ameno ensayo de Indro Montanelli, Dante y su siglo (1969).

Tampoco se trata de un comentario o una introducción a la Divina comedia. Llama la atención el poco espacio y el poco entusiasmo que se dedican a glosar versos del «gran poema en el que pusieron mano la tierra y el cielo». Cuando se la cita es para apoyar alguna conjetura histórica o ilustrar alguna peripecia vital de Dante.

¿Quiere esto decir que no compensa leer Dante, la novela de su vida? En absoluto. Hay un acercamiento exhaustivo y muy legible a la vida de Dante y a sus posiciones políticas e ideológicas que arroja una luz indirecta, pero muy clarificadora, sobre el gran libro.

 Los cambios políticos de Dante se reflejan en la Comedia y dependen mucho de la familia noble que en el momento de la redacción estuviese acogiendo al exiliado poeta

Como advierte Marco Santagata: «La Comedia es un libro escrito pensando en la posteridad, pero dirigido a un público próximo al autor en el momento de la escritura». Son muy numerosas, siempre interesantes y a menudo imprescindibles las circunstancias que rodearon la escritura de algunas zonas de la obra. Gracias a la sistemática labor del estudioso, se entienden muchísimo mejor.

Naturalmente, los vaivenes políticos del propio Dante, que escribe un Inferno manifiestamente güelfo; un Purgatorio que, sin ser gibelino a ultranza, sí tiene profundas simpatías imperiales y, por último, un Paraíso donde trata de salirse de la melé partidista y defender la necesidad de los dos poderes con una visión más profética y teórica. Todo esto, grosso modo, porque los cambios políticos de Dante se reflejan en la Comedia prácticamente de canto en canto, y dependen mucho, como explica Santagata, de la familia noble que en el momento de la redacción estuviese acogiendo al exiliado poeta.

No todo es curiosidad histórica o crítica literaria, sino que hay espacio para la emoción. Constata Santagata un dato que estremece. El poeta alejado de su amada Florencia sueña ser recibido con gloria en su ciudad y se imagina aclamado en la iglesia de San Giovanni, centro de la vida ciudadana cuando él marchó. Ignora que desde mucho tiempo atrás, el nuevo escenario urbano es Santa Reparata, que se ha transformado en Santa María del Fiore. Un detalle así, que para el lector de la Divina Comedia pasa irremediablemente desapercibido, muestra hasta qué punto le aisló  el exilio y lo duro que hubo de ser para alguien tan profundamente enamorado de su ciudad.

Se habla mucho más de Gemma, la mujer del poeta que de Beatrice, su musa

Resulta también muy emocionante la indagación sobre la vida familiar de Dante. Se habla muchísimo más en este libro de su mujer, Gemma Donati, que de Beatrice Portinari, su musa. Es la consecuencia lógica de interesarse más por la vida del poeta que del poema. Hay indicios de que Dante fue un querido padre de familia y un marido enamorado, hasta el extremo de romper con la tradición medieval de no dedicar versos de amor a la propia esposa y nombrarla tiernamente en una importante canción: Tre donne intorno al cor mi son venute. La devoción de los hijos por el padre está claramente documentada.

Lo más importante del libro es la tesis, meticulosamente demostrada, de que la aristocracia de espíritu es uno de los temas más centrales del pensamiento y la obra dantesca. «La reflexión sobre qué es la nobleza y quiénes son nobles atraviesa las obras dantescas como un hilo rojo. Dante utiliza su exploración del concepto de nobleza (de ánimo o hereditaria, es decir, de sangre) para medir las relaciones sociales y para descubrir cuál puede ser el estado óptimo de una sociedad bien ordenada, pero surge con fuerza la sospecha de que en él actúan también motivos personales y privados. Es decir, de que la suya no sea solamente una necesidad intelectual de definir al noble, sino también de definir su propia posición social». Ese hilo rojo que sigue Santagata es el que, subterráneamente, articula su ensayo con cierto dramatismo. Se trenza con el hilo de plata de la preocupación política y el hilo de oro, más avaramente expuesto, de su creación poética.

El resultado es un retrato en tres dimensiones del mito. En ningún caso, desmitificador. Se humaniza la Divina comedia, pero sin perder un ápice de la admiración que merece, y ganando mucho de comprensión y perspectiva. ¿Un libro para lectores apasionados de Dante?, sí, pero imprescindible para éstos.

Poeta, crítico literario y traductor.