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[[wysiwyg_imageupload:1366:height=254,width=180]]La literatura epistolar tiene una larga tradición. En este caso, el autor, Ian Stewart, director del Instituto de Matemáticas de la Universidad de Warwick, es un experto divulgador, que a través de una serie de cartas dirigidas a Meg, una joven inteligente que se propone estudiar matemáticas en la universidad, plantea diversos problemas, tales como qué son realmente las matemáticas, la diferencia entre matemáticas puras o aplicadas o un análisis sobre la comunidad matemática. Algo que parece tan alejado de la realidad, como la teoría de números, desempeña un papel esencial en la teoría matemática de la criptografía, con evidentes usos militares.

En el fondo, este libro es una continuación de Apología de un matemático, del gran matemático inglés Godfrey Harold Hardy, de la Universidad de Cambridge. Actualiza las reflexiones de Hardy. Se abordan problemas que van desde la filosofía hasta la vida cotidiana. Un capítulo que merece el mayor interés es el dedicado a los llamados problemas imposibles. Aquí conviene recordar las palabras de Arthur C. Clarke: «Cuando un científico anciano y distinguido afirma que algo es posible, es muy probable que esté en lo cierto. Cuando afirma que es imposible, es casi seguro que está equivocado».

Aparecen nuevas áreas de las matemáticas, tales como la geometría fractal, la dinámica no lineal o la teoría del caos y los sistemas complejos. Los fractales son formas, extraordinariamente complicadas, que tienen una estructura detallada, como los helechos y las montañas. Se hace también amplia referencia a Godel, quien con su famoso teorema nos enseñó que existen sentencias de las que no podemos saber si son o no ciertas, y sistemas cuya consistencia no es posible demostrar.

El libro está escrito a base de una mezcla de talento y humor y su lectura parece aconsejable en un momento, como el actual, de escaso interés, entre los jóvenes, por los estudios matemáticos. Pero «el mundo necesita desesperadamente las matemáticas y la contribución de los matemáticos», para solucionar algunos de los problemas más graves con los que se enfrenta.

Alberto Miguel Arruti (1932-2011) licenciado en Ciencias Físicas, periodista y escritor; trabajó muchos años en RTVE, donde llegó a ser Director de los Servicios Informativos de TVE y RNE. También fue miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Comunicación Científica. Impartió docencia en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, así como en las Universidades Europea de Madrid, CEU San Pablo y Universidad Internacional de Andalucía.