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Eduardo Maura, profesor de Filosofía, diputado de Podemos, reflexionó ayer en UNIR sobre las construcciones nacionales con la ayuda de un panel de expertos y dentro del marco del seminario ¿Conflicto o consenso?, organizado por los Foros de Nueva Revista. Presidió la sesión Miguel Ángel Garrido Gallardo, catedrático de Análisis del Discurso (CSIC) y editor de Nueva Revista.

Maura comenzó la exposición aludiendo a la experiencia familiar: en su casa se hablaba de liberalismo y todos se decían liberales, pero los nacionalistas siempre eran los otros.

Repasando la Revolución francesa, Maura sostuvo que lo primero fue la revolución y luego el nacimiento de la conciencia burguesa. Pero un número considerable de estudiosos de ese periodo, entre ellos Alexis de Tocqueville, llegaba a la conclusión de que no podía haber cambios sin «participación de abajo».

Puso el acento en que las naciones se construyen. En este sentido la discusión que debería haber ahora en España es el de la construcción de la nación española. En ese hacer intervenían también aspectos aparentemente «banales», como el cuidado de los símbolos, desde las banderas a los himnos. El punto clave, pues, era el constructivismo y la actitud constructivista, que ilustró con un dicho de Massimo d’Azeglio: «Hemos hecho Italia, ahora hemos de hacer a los italianos». Lo decisivo, pues, era el «edificar», no tanto el nacionalismo y las variables que introduce el paso del tiempo y que crean identidades nacionales irreversibles. La construcción del nacionalismo político era un proceso político.

Centrándose en el caso de España, recomendó aprender a reconocer a los otros. Todavía hoy, dijo Maura, no asumimos el nacionalismo como problema propio (nacionalismo español frente a nacionalismo catalán, por ejemplo), sino como de los otros. Reclamó una opinión pública más liberal (en el sentido de libre, abierta y humana). Pidió «más liberalismo y menos liberales» y la creación de mejores espacios democráticos para tramitar los conflictos.

En el turno de intervenciones, Manuel Cruz, diputado del PSOE y catedrático de Filosofía (Universidad de Barcelona) sostuvo que la izquierda española no se había aplicado a la construcción de la nación y por lo tanto carecía de relato patriótico, que no podía ser solo el del buen funcionamiento de los ambulatorios de la Seguridad Social. Jorge Moruno (sociólogo) recordó que España no se puede fundar desde arriba y que la clase existe porque lucha. Lo político, muchas veces pasional como el fútbol, se podía canalizar. Pero era necesario el sentido de pertenencia. Pedro Rodríguez (profesor de ICADE) habló de su experiencia en los EE.UU., un país que conoce muy bien de sus tiempos de corresponsal de prensa allí. EE.UU. había sabido aunar opuestos extremos (estados enormes y pequeños, defensores de la esclavitud y abolicionistas, etc.) gracias a un sistema que en su origen separaba bien los poderes y que luego se ampliaba a la garantía de las libertades: liberty (frente a las normas, frente al poder) y freedom (más personal, más de búsqueda de la felicidad por medio de cumplimiento de las obligaciones). Rafael Rubio (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales) subrayó que se edifica «sobre unos cimientos» que los dan las instituciones, las cuales no podían someterse a una evolución cualquiera. Los elementos identitarios había que afirmarlos sobre un territorio, que es la base nacional. Manuel de la Rocha (UNIR) mencionó los nacionalismos iberoamericanos, tan arraigados, y coincidió con Manuel Cruz en la crítica al descuido de la izquierda en la construcción nacional. Finalmente Manuel Herrera (catedrático de Sociología, UNIR) denunció la falta de categorías adecuadas para pensar nuestro mundo. En un contexto globalizado ya no era tan válido el modelo del Estado nación. Había que fijarse más en la «identidad societaria» (Alexis de Tocqueville) y en que las instituciones tienen sentido mientras canalizan los conflictos (Ralf Dahrendorf). A ello Maura replicó con que el Estado nación seguía siendo la medida: uno se ajusta a la imagen del país en que vive, que es «un país con rutinas de país».

(La sesión online completa se puede ver pinchando en este enlace: https://unir.adobeconnect.com/pim4afgwa07z/ )

Director de «Nueva Revista», doctor en Periodismo (Universidad de Navarra) y licenciado en Ciencias Físicas (Universidad Complutense de Madrid). Ha sido corresponsal de «ABC» y director de Comunicación del Ministerio de Educación y Cultura.