Francisco Cabrillo

32 Publicaciones 0 COMENTARIOS
Catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid y profesor Eminent Senior en UNIR. Fue director del Instituto de Economía de Mercado, Senior Associated Member del St. Antony’s College de la University of Oxford y presidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid.
Nueva Revista

Nueva y vieja economía

El factor tecnológico por sí solo no explica satisfactoriamente el impresionante crecimiento de economías como la norteamericana, según Francisco Cabrillo. La historia nos muestra que la educación y las instituciones han condicionado habitualmente el desarrollo económico, y lo han hecho, además, de un modo peculiar en el caso de las naciones europeas.

Nueva Revista

La política económica y la Unión Monetaria Europea

Uno de los efectos más importantes del nacimiento del euro ha sido, sin duda, una modificación sustancial de la política económica que llevan a cabo todos y cada uno de los países miembros de la Unión Económica y Monetaria. Durante muchos años, la política monetaria y la política fiscal constituyeron los instrumentos fundamentales con los que contaban los gobiernos para tratar de controlar las principales variables macroeconómicas. La soberanía de los Estados en este campo ha quedado, sin embargo, muy reducida con la moneda única, ya que el Banco Central Europeo ha asumido las principales competencias en política monetaria; y los diversos planes de estabilidad, diseñados para garantizar que las políticas fiscales nacionales no interfieran en la buena marcha del euro, imponen una severa limitación a los déficit presupuestarios, lo que impide a los gobiernos hacer uso de la política fiscal con la libertad a la que durante mucho tiempo estuvieron acostumbrados.¿Deberíamos lamentar esta pérdida de instrumentos de control económico por parte del Estado? Si consideramos el uso que los gobiernos han hecho de estas facultades en la gestión de una política económica discrecional, su desaparición no debería, en principio, preocuparnos demasiado. La política monetaria y fiscal ha tenido siempre dos grandes problemas que han hecho muy difícil que consiguiera los resultados de estabilidad y crecimiento esperados.Existe, en primer lugar, un problema técnico. La información de la que disponen los gobiernos es siempre limitada y atrasada, y el proceso de poner en marcha las medidas de política económica —sobre todo en el caso de la política fiscal— es largo. El resultado es, a menudo, que en el momento en el que las medidas adoptadas empiezan a surtir efecto, la coyuntura no es ya la misma que existía cuando se tomó la decisión de actuar sobre ella y, por tanto, los efectos de la política económica del gobierno pueden ser desestabilizadores.Otro problema importante es que no tenemos ninguna garantía de que los gobiernos busquen realmente estabilizar la economía cuando hacen uso de la política discrecional. Poca duda cabe de que la preocupación principal de todo gobierno, en un sistema democrático, es volver a ganar las elecciones y, para ello, el manejo de la economía puede resultarle muy rentable. Ningún gobierno, por poner un ejemplo muy sencillo, aplica una política de restricción monetaria, de disminución del gasto público o de subida de impuestos unos meses antes de las elecciones, aunque sean éstas las medidas necesarias para estabilizar la economía en ese momento concreto.Las restricciones impuestas desde el exterior son así recibidas con satisfacción por mucha gente que piensa que, en un país como éste, lo mejor que nos puede pasar es que nos controlen desde fuera, ya que ningún gobierno podría en España resistirse por sí mismo a las presiones de los sindicatos, las organizaciones empresariales y otros grupos de interés. El argumento es, sin duda, realista y sólido. Pero se olvida, a veces, que pone en cuestión la esencia misma de un sistema democrático. Si no somos capaces, por nuestra...

¿Qué Europa queremos?

LA DECLARACIÓN DE CHEQUERS, suscrita recientemente por los gobiernos británico y español, constituye un buen punto de partida para reabrir el debate sobre cómo será la Europa del futuro, tema que, tras haber sido el centro de discusión de la política europea durante algún tiempo, había perdido su protagonismo en los últimos tiempos.

La economía en sus textos

Reseña literaria de "La economía en sus textos" de Julio Segura y Carlos Rodríguez Braun.

John Maynard Keynes

John Maynard Keynes, The General Theory of Employment, Interest and Money, Mac Millan, London, 1936 / The Collected Writings of John Maynard Keynes, Royal Economic Society-Mac Millan, London, 1973 (vol. Vil) / John Maynard Keynes, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, Fondo de Cultura Económica, México, 1943

Nueva Revista

Ahorro y consumo, paradojas de la recuperación económica

El consumo parece haberse convertido en el principal culpable de las dificultades que encuentra la economía española para acelerar su crecimiento y reducir el paro. Conviene insistir, sin embargo, en que una tasa de crecimiento elevada y estable exige, a largo plazo, una tasa elevada de ahorro e inversión, no una alta propensión al consumo.

Nueva Revista

Los presupuestos y la politica económica del 97

El apoyo obtenido por el gobierno en la aprobación de los presupuestos de 1997 constituye un notable éxito político de Azoar y Rato. Pero, desde el punto de vista técnico, estos presupuestos presentan algunas debilidades en asuntos de importancia y se quedan muy cortos en lo que se refiere a las reformas que precisa el sector público español.

Las medidas fiscales del Gobierno, una nueva política tributaria

Las medidas fiscales adoptadas por el gobierno de Aznar en los primeros meses de su gestión van por buen camino, pero la economía española necesita una reforma tributaria mucho más profunda.

Los poetas dan voz a la realidad, es decir, a la belleza

José Antonio Muñoz Rojas (Antequera, Málaga, 1909) es, además de excelente poeta y magnífico prosista, memoria viva de las generaciones poéticas del 27 y del 36. Licenciado en Derecho, ha unido a su faceta de creador la de gestor cultural, dirigiendo la Sociedad de Estudios y Publicaciones durante más de treinta años.Julio Martínez Mesanza (J.M.M.).— En su poesía se funden dos tradiciones, la castellana y la inglesa, que rara vez se ven juntas en otros autores españoles. Donne, Hopkins, Eliot... La poesía inglesa ha constituido una materia de estudio preferente para usted y, tal vez, ha imprimido un carácter particular a su obra. ¿Podría hablarnos de sus relaciones con la cultura inglesa en general? ¿Qué elementos procedentes de los poetas metafisleos, o de Hopkins, o de Eliot, a quien trató en persona, ha trasladado conscientemente a su poesía?José Antonio Muñoz Rojas (J.A.M.R.).— Mi formación y mi educación no han sido inglesas. En realidad, en la literatura inglesa entré mucho más tarde, y no fue por razones tradicionales, pues mi familia no tenía antecedentes ingleses de ninguna clase. En cambio, sí fueron, fundamentalmente, muy españolas, en el sentido de que mis lecturas iniciales -sobre todo en los jesuítas- fueron lecturas clásicas castellanas. Para mí resultaron muy formativas y han sido los pilares de todo lo que, poco o mucho, haya podido ser literariamente. Mi contacto con la literatura inglesa fue más tardío. A los dieciséis años empecé a estudiar inglés por pura afición, con una profesora particular. Y seguí con ello a lo largo de la carrera, con vistas a hacer oposiciones a la carrera diplomática. Yo había estudiado Derecho en Madrid y era lo que me parecía más oportuno, ya que mi afición no iba por los aspectos jurídicos de la carrera. Como digo, ésta fue una afición tardía, pero que, luego, ha sido muy importante para mí y, en cierta medida, ha completado toda mi formación castellana. Le debo muchísimo a la literatura inglesa, con la que tomé contacto inicialmente en una ocasional estancia en Cambridge. Después hice todo lo posible para volver allí y completar en la medida que pudiera esa formación.Luis Alberto de Cuenca (L.A. de C.).— ¿Cómo conoció a Eliot?J.A.M.R.— Después de una primera estancia en Cambridge, decidí volver como fuera, y aproveché la primera ocasión, que se presentó en el año 35. Yo tenía mucha relación con Antonio Marichalar, al que admiraba. Era un hombre extraordinario, algo olvidado hoy, pero uno de los personajes más notables de su generación. Marichalar tenía relación con todos los medios internacionales, sobre todo los europeos, y se me ocurrió, en una de las visitas que hice a Cambridge, en el 36, pedirle una carta para Eliot. Justo en el mes de julio del 36, de vuelta de Cambridge, paré en Londres y le llevé la carta a Eliot. Así lo conocí. Lo cierto es que la poesía de Eliot la conocía desde el 32, pero no había penetrado en ella. Sí había entrado en la poesía de Hopkins,...

Debilidades y miserias de la Unión Monetaria

Bernard Connolly
The Rotten Heart of Europe
Faber and Faber
Londres, 1995,427 págs.

Nueva Revista

La fortaleza de la peseta, un caramelo envenenado para el nuevo Gobierno

La peseta es, de nuevo, la divisa más fuerte del Sistema Monetario Europeo, resurge el debate sobre su cotización. ¿Deberíamos estar satisfechos o más bien preocupados?

Francia, una crisis de credibilidad

Los problemas a los que en las últimas semanas se ha enfrentado el gobierno francés no se deben tanto a su política económica como al hecho de no haberla sabido explicar a la población, a la que, además, se enga ñó en la última campaña electoral. En Francia, como en España, hace falta un gobierno que crea en lo que hace y no uno que vaya arrastrado por los acontecimientos.