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Repensar el mundoEl colesterol y la desigualdad; Payasos, brujas y democracia; Podemos, la fifay la Filarmónica de Berlín; ¿Por qué tantos terroristas son ingenieros?; ¡Vivan las sanciones!; ¿Son tontos los hispanos? Estos son algunos de los títulos de las 111 columnas incluidas en el nuevo libro de Moisés Naím. Repensar el mundo recoge los mejores artículos publicados los domingos en el diario El País con el nombre de «El observador global» desde 2009 hasta 2015.

El autor señala que ha tratado de no escribir sobre los grandes sucesos ocurridos en el mundo durante esa semana sino que ha buscado los acontecimientos «sistémicos»; aquellos que afectan a todo el sistema internacional y cuyas consecuencias trascienden fronteras y continentes, por más que inicialmente sean muy locales. A la hora de la redacción de la columna intenta alcanzar cuatro propósitos: sorprender, conectar, repensar e informar. Las columnas de Moisés Naím se caracterizan por estar muy bien documentadas con cifras, informes y expertos que rompen los tópicos del lector. Los textos suelen conectar diversos hechos aparentemente lejanos entre sí, a los que dota de un sentido, mostrando tendencias globales, aunque en ocasiones discutibles.

La columna puede resultar un espacio bastante acotado para desarrollar un pensamiento elaborado. Moisés Naím mostró su tesis política en El fin del poder, libro que saltó a la fama tras ser el primero de los recomendados por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en el año 2015 para su club de lectura A Year of Books. El empresario norteamericano señaló que le interesaba especialmente El fin del poder porque explora cómo el mundo está cambiando para proporcionar a las personas más poder, cuando estuvo tradicionalmente solo en manos de los grandes gobiernos, militares y otras organizaciones.

En Repensar el mundo esboza esta tesis en los quince artículos del cuarto bloque titulado «¿Qué le está pasando a los poderosos?» (44 págs.). El periodista afirma que la forma, duración y calidad nuestra forma de vida está erosionando las barreras que protegían a los poderosos de sus rivales mediante la revolución del más, de la movilidad y de la mentalidad. A grandes rasgos, el analista considera que al existir un mayor nivel de vida, educación y comercio, así como una mayor movilidad de ciudadanos entre países existe una mayor insatisfacción con los sistemas políticos. «El poder se ha hecho cada vez más difícil de ejercer y más fácil de perder», afirma Naím, debido a que cada vez hay más actores, que aunque no pueden to-mar decisiones unilateralmente, sí pueden impedir aquellas medidas con las que no están de acuerdo. Por ello, el analista aboga por el minilateralismo: invitar a la mesa de negociaciones al menor número posible de países cuya participación es necesaria para lograr el máximo impacto sobre el problema.

En una serie de columnas cuya temática es el mundo los temas tratados son diversos. El mercado de la energía, la desigualdad económica, las ideologías, Internet, las dictaduras y la violencia son los principales temas de las columnas seleccionadas. Aunque el papel internacional de China y Rusia aparece con frecuencia, son Iberoamérica (especialmente Venezuela, país del autor y al que le dedica el bloque Venezuela: ¿Cómo son las dictaduras en el siglo XXI), y Estados Unidos las regiones con mayor número de columnas.

El autor ensalza la labor del presidente demócrata Barack Obama en el acercamiento a Cuba, la reforma sanitaria y el Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (tpp). Explica el populismo de Donald Trump por el desapego a la política tradicional y la fragmentación del poder «de los de siempre». El analista señala que aunque Estados Unidos pueda estar declinando, su superioridad sigue siendo indiscutible. Wall Street, el Pentágono, Hollywood, Silicon Valley, las universidades y otras fuentes de donde emana el poder estadounidense siguen sólidas, afirma.

Sobre Venezuela denuncia los atropellos impropios de una democracia, la violencia social y la influencia cubana en el país caribeño. El autor destaca que Chávez puso en el foco de la política a los pobres pero teniendo los mayores recursos destrozó la economía en contra de las clases bajas. Aunque pone ejemplos valiosos de cómo funciona una dictadura en atención a los medios de comunicación y los procesos electorales, quizás explicarlo solo con Venezuela es reduccionista y demasiado local para un lector no interesado en el país.

Moisés Naím ha sido ministro de Fomento de Venezuela, director de su Banco Central y director ejecutivo del Banco Mundial. Miembro distinguido del think tank, radicado en Washington, Carnegie Endowment for International Peace. Dirigió entre 1996 y 2010 la revista Foreign Policy. Actualmente colabora con medios de diferentes países. De sus artículos se desprende un pensamiento liberal que rechaza los lugares comunes aunque en ocasiones pueda cerrar la puerta a puntos de vista diferentes.

El subtítulo del libro pone el foco en el siglo XXI. Un periodo del que acertadamente Naím se pregunta si será «el siglo de las comillas». El autor destaca que vivimos en un universo plagado de instituciones que solo cumplen muy parcialmente con los objetivos que justifican su existencia y de situaciones deliberadamente diseñadas para engañar a los incautos. Las ONG controladas por gobiernos (ONGOG), los medios comprados a través de sociedades opacas o las islas construidas por China son ejemplos de ello. El papel de Internet y los medios de comunicación es por ello importante. Junto a la censura advierte de la existencia de muchos mecanismos de control de la información visibles o furtivos, directos o indirectos. El autor, que es cauto ante el poder de Internet en política, advierte de un Internet para ricos y otro para los demás si se mantiene la desigualdad económica. No por ser redes diferentes sino por el grado de protección ante ataques cibernéticos, ya que la lucha por la privacidad será uno de los retos del futuro.

El conjunto de columnas seleccionadas en Repensar el mundo muestra la riqueza de la globalización pero también sus retos desde un punto de vista iberoamericano: La ebullición social y el desencanto político, la riqueza energética y el calentamiento global, la democracia y la dictadura, censura e Internet. Son muchos los retos que tiene la humanidad y que Moisés Naím pone de relieve. Este libro permite pensar en los posibles escenarios futuros y en sus causas ayudando a entender mejor dónde estamos.

Cristóbal González Puga

Historiador y periodista