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FUKUJAMAAcaban de publicarse la traducción al castellano de Los orígenes del orden político y Orden y decadencia de la política (Farrar, Straus & Giroux, 2011 y 2014), llamada a ser la magna opus del influyente politólogo norteamericano Francis Fukuyama; incluso me atrevo a aventurar que muy por delante de El fin de la historia y el último hombre (Free Press, 1992), obra que lo significaría como uno de los pensadores y ensayistas más destacados e influyentes de nuestra época. Si a principios de los noventa su célebre tesis del «fin de la historia» certificaría para muchos la conclusión del tiempo de las ideologías en pro de una nueva era democrática coronada por la expansión del libre mercado; a principios de nuestra década, el profesor de Stanford se adentra nuevamente en los orígenes democráticos de las sociedades y su impulso político, ofreciéndonos una teoría contrastada (y unificada) de la formación política por excelencia: el Estado.

La reconstrucción teórica que se nos presenta, como confiesa el propio Fukuyama, responde a una doble intencionalidad: actualizar las tesis defendidas por su mentor en Harvard, Samuel Huntington, en su clásica obra El orden político en las sociedades en cambio (Yale University Press, 1968), que ofrecería una perspectiva global a la realidad mundial post-guerra fría, retomando los diferentes desarrollos estudiados, lo que le permitirá avanzar en el constructo teórico de la modernización y el fortalecimiento institucional como contrapunto a la decadencia política; y dar continuidad a estudios previos del propio Fukuyama sobre el national-building ante realidades estatales débiles o (por qué no) directamente fallidas, que habían sido analizadas con anterioridad en La construcción del Estado: hacia un nuevo orden mundial en el siglo XXI (Cornell University Press, 2004). Esta doble intencionalidad le permite ofrecer una remozada teoría del desarrollo político que centra la quinta parte del primero de los volúmenes.

La originalidad del enfoque propuesto en el primero de los volúmenes (Los orígenes del poder político) no solo descansa en el periodo temporal que comprende (una visión retrospectiva que se remonta a más de 50.000 años, y que tomará como partida la política de nuestros ancestros, a partir de las primeras manifestaciones humanas y la aparición de las primeras sociedades tribales, hasta alcanzar las grandes revoluciones liberales que certifican el tránsito de la modernidad a la contemporaneidad), sino también en la atención que presta a otros marcos geográficos (frecuentemente eclipsados por una visión eurocéntrica del orden político, y más propios del orientalismo, como China e India); o la multiplicidad de enfoques en los cuales se basa la investigación (desde la biología evolutiva, la arqueología, la historia comparada o la misma economía).

Esta amplia visión, que explica el desigual desarrollo político no solo de Occidente sino de otras sociedades igualmente avanzadas, las justifica el autor en la hibridación democrático-liberal de tres elementos básicos: el Estado (state power), el principio de legalidad (rule of law) o la responsabilidad política (accontability) y sus mutuas interrelaciones. Las sociedades occidentales que poseyeron los tres elementos desarrollaron economías capitalistas y alcanzaron el dominio global. Esa contingencia permite a Fukuyama desplegar tanto un patrón o mecanismo general del desarrollo político y explicar cómo sus condiciones habrían variado drásticamente desde el siglo xviii, con el advenimiento de la Edad Contemporánea; permitiendo superar la que califica como «versión histórica» del desarrollo institucional y reformulando críticamente la teoría de Huntington.

Lejos de lo que pueda parecer a primera vista, Fukuyama no podrá calificarse como un determinista del desarrollo político ya que, gracias a su contribución, abre nuevas perspectivas no solo al origen sino también a la evolución de las sociedades democráticas avanzadas, objetivo que persigue el segundo de sus volúmenes. Para el autor, la cuestión no radica tanto ni en la calidad de las mismas instituciones, ni siquiera en su carácter (inclusivo o extractivo) mismo, como apuntaron Daron Acemoglu y James Robinson en su célebre obra (Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity and Poverty. Crown Publishing Group, 2012), dado que pueden implantarse en sociedades de tradiciones políticas diversas; sino en la trasposición que de las mismas puede hacerse; eso sí, en un mundo postmalthusiano y globalizado como el actual.

En el segundo volumen (Orden y decadencia de la política), profundiza en la evolución y decadencia de las instituciones políticas, rastreando la dinámica de su evolución hasta los comienzos del siglo XXI. No solo da continuidad al primero (ya que enlaza el momento histórico con el que concluye la expansión del ideario revolucionario burgués y la cimentación del ideal democrático, con los escenarios políticos más actuales de la primera década del nuevo milenio) sino que resulta también complementario del mismo. Esta nueva invitación constituye un análisis acabado de cómo, en los últimos dos siglos, habrían interactuado Estado, Ley y Democracia no solo entre ellos, sino a partir de otras dimensiones económicas y sociales del desarrollo; todo un recorrido democrático, que le llevará a transitar por los procesos de industrialización del siglo XIX; el advenimiento de la democracia liberal en Norteamérica y Europa; la exploración de los diferentes legados de la colonización en Latinoamérica, Oriente Próximo, Asia y África; la continua expansión democrática y sus recientes procesos de relegitimación, como los sucedidos a partir de la denominada «primavera árabe»; o las profundas disfunciones de la política estadounidense contemporánea.

Fukuyama, como uno de los grandes intelectuales de su tiempo, no dejará a nadie indiferente con su magistral obra. Creación provocadora al tiempo que brillante, en la que ofrece nuevas perspectivas acerca de los orígenes de las sociedades democráticas y traslada preguntas fundamentales sobre la naturaleza del orden político y el funcionamiento del buen gobierno. Una visión panorámica del mundo en el que vivimos y del legado histórico que lo ha hecho posible. •

Mariano Vivancos

Profesor de Ciencias Políticas. Universiad Internacional de la Rioja